En este recorrido predominan especies como la retama amarilla, el escobón, la lavanda o el mato de risco, así como el propio almendro, especie arbórea introducida en Canarias, que salpica todo este cuadrante noreste de la gran Caldera de Tejeda, llenando de colorido el paisaje si nuestra ruta la realizamos durante los meses de enero, febrero o marzo.
El camino se inicia a la izquierda, mientras vemos el Parador Nacional de Tejeda y la cruz que da nombre a este enclave. Comenzamos a descender con el Risco Chapí al frente, pared norte de la gran caldera, serpenteando entre vegetación arbustiva en la que abundan retamas amarillas, salvias y cerrajas.
La panorámica es impresionante: el Roque Bentayga, el Roque Nublo, el pinar de Pajonales, el Macizo de Güi-Güi, la Mesa de Acusa, el Macizo de Altavista, e incluso el pueblo de la Aldea de San Nicolás al fondo. A nuestra espalda, mirando a lo alto, podemos ver el módulo de las habitaciones del Parador Nacional que, colgadas sobre la ladera, ofrecen a sus huéspedes un lugar idóneo, no sólo para el descanso sino, también, para el disfrute de este vasto paisaje.
En unos minutos nos encontramos, bordeando por la derecha, un pequeño morro cubierto de retamas amarillas. Bajando la vista, la ladera muestra antiguos diques hoy exhumados por la erosión, y grandes rocas caídas antaño por la pendiente, que descansan junto a un antiguo alpendre abandonado.
Antes de finalizar este primer tramo, aparece una nueva especie vegetal en el paisaje: se trata de la tabaiba (Euphorbia regisjubae). Transcurridos sólo 15 ó 20 minutos desde que partimos desde la Cruz de Tejeda, llegamos a un tramo de la carretera, justo a una rotonda. Continuamos por la carretera en dirección Tejeda - Artenara. Pasado el km 27, en una curva cerrada a la izquierda, abandonamos la vía asfaltada, dejándola a nuestra derecha, y seguimos por una nueva senda que se inicia junto a un viejo almendrero. El camino desciende, esta vez entre retamas, tabaibas y algunos almendros que salpican el espacio.
Al fondo se ve el pueblo de Tejeda y, más a lo lejos, el Roque Bentayga. Justo cuando el sendero nos lleva frente a un pequeño poste de la luz, continuamos a la derecha, en paralelo, hasta la carretera; vemos lo que parece un muro de piedra y que, en realidad, no es sino otro dique volcánico. Al llegar a la misma, giramos a nuestra derecha para volver a una senda que pasa cercana a otro poste de cableado de luz. En unos pocos metros, y cambiando nuestro rumbo a NO, marchamos junto a una gran piedra de tonalidad blanquecina. El camino transcurre ahora entre los muros de piedra seca de antiguas terrazas de cultivo, actualmente abandonadas.
Más abajo se ve el barrio de El Rincón, cuyas casas presentan una arquitectura tradicional muy bien conservada. Al llegar a una pista de tierra, debemos bajar por ésta a la derecha, hasta alcanzar una nueva vía hormigonada que nos lleva hasta una carretera cercana. Seguimos hasta la rotonda, donde leemos "Pueblo de Tejeda", y continuamos por ésta unos 300 metros hasta un nuevo cruce de carreteras; seguimos en dirección al pueblo de Tejeda, al que llegamos un kilómetro después, dejando a nuestro paso entradas a pequeños barrios: Las Crucitas, Erilla y Majuelo.
El Museo de Flora Medicinal de Gran Canaria, localizado en el municipio de Tejeda, presenta como objetivo fundamental el difundir, con rigor y de forma amena, todo lo referente al uso tradicional de la flora de Gran Canaria, en general, y de Tejeda, en particular.
Fue necesario en su día, para hacer realidad este proyecto, contar con la ayuda de diferentes y prestigiosas instituciones, además de con la participación de un equipo multidisciplinar formado, entre otros, por botánicos, antropólogos, historiadores, geógrafos e ingenieros.
El Centro presenta en uno de sus módulos expositivos una farmacia del siglo XIX, cedida por el Museo Canario.
El museo cuenta con tres elementos que articulan el centro de interpretación:
. Sala Expositiva: lugar en donde se exponen los diferentes módulos que explican todos los aspectos relacionados con el uso tradicional de la flora de Gran Canaria.
. Sala Polivalente: cuenta con un laboratorio donde realizar demostraciones -extractos de esencias, colorantes, herbario, punto de información y pequeña biblioteca-. En ella, se desarrollan puntualmente talleres.
. Jardín Interpretativo: en donde se pueden contemplar algunas de las especies medicinales más representativas y agrupadas en parterres según sus propiedades: depurativas, olfativas, etc.
Atención particulares, organismos públicos O empresas
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